Senda de los Cipreses, Alpedrete de la Sierra (Guadalajara) 30-9-07
Localización: Alpedrete de la Sierra, Guadalajara.
Como llegar: Desde Madrid por la autovía A1 a Burgos hasta el desvío a Torrelaguna (salida 50), atravesar este pueblo en dirección a Patones de Abajo y una vez sobrepasado este caserío y antes del desvío que nos lleva al Pontón de la Oliva coger el segundo desvío a la derecha de la carretera, que va a Valdepeñas de la Sierra, ojo aquí que el desvío está a pocos metros del cartel indicador con el peligro de pasarlo. Se atraviesa esta población y por una carreterilla en no muy buen estado pero transitable a los turismos, llegamos a la localidad de Alpedrete de la Sierra, atravesándola y acercándonos a su iglesia donde dará comienzo la ruta.
Características de la ruta: La ruta transcurre en su totalidad por pistas de tierra y senderos de montaña. No hay fuentes en todo el trayecto. Recomendable en cualquier época, salvo días de nieblas o mucho calor. Es fácil cruzarse con ciclistas y motoristas en las pistas y caminos amplios Una de las principales características de esta ruta es lo solitario de los parajes que se recorren, ideal para esos días que no queremos aglomeraciones.
Fecha en que se realizó esta ruta: 30/09/07
Cartografía: hoja 485/III del IGN, escala 1:25000 (P. parcial foto 1)
Dificultad: Fácil
Desnivel: Altura mínima 803 metros; Altura máxima 929 metros; Desnivel acumulado 340 metros
Localización: Alpedrete de la Sierra, Guadalajara.
Como llegar: Desde Madrid por la autovía A1 a Burgos hasta el desvío a Torrelaguna (salida 50), atravesar este pueblo en dirección a Patones de Abajo y una vez sobrepasado este caserío y antes del desvío que nos lleva al Pontón de la Oliva coger el segundo desvío a la derecha de la carretera, que va a Valdepeñas de la Sierra, ojo aquí que el desvío está a pocos metros del cartel indicador con el peligro de pasarlo. Se atraviesa esta población y por una carreterilla en no muy buen estado pero transitable a los turismos, llegamos a la localidad de Alpedrete de la Sierra, atravesándola y acercándonos a su iglesia donde dará comienzo la ruta.
AVISO MUY IMPORTANTE: No dejes basura en el monte, ni pañuelos de papel, ni cascaras de fruta, ni latas, plásticos, etc, etc. Llevar una bolsa en la mochila donde guardar los desperdicios ocupa poco y pesa menos, para tirarla al final de la ruta en algún punto de recogida, en un pueblo de paso, o incluso en casa. Otros usuarios y la naturaleza nos lo agradecerán.
Características de la ruta: La ruta transcurre en su totalidad por pistas de tierra y senderos de montaña. No hay fuentes en todo el trayecto. Recomendable en cualquier época, salvo días de nieblas o mucho calor. Es fácil cruzarse con ciclistas y motoristas en las pistas y caminos amplios Una de las principales características de esta ruta es lo solitario de los parajes que se recorren, ideal para esos días que no queremos aglomeraciones.
Fecha en que se realizó esta ruta: 30/09/07
Cartografía: hoja 485/III del IGN, escala 1:25000 (P. parcial foto 1)
Dificultad: Fácil
Desnivel: Altura mínima 803 metros; Altura máxima 929 metros; Desnivel acumulado 340 metros
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Otros datos de la ruta: 10 Km. aprox. y unas tres horas y media, según el ritmo de marcha. Los tiempos están contabilizados desde el inicio de ruta.
Foto 1
Recorrido real de la ruta sobre capas Google (cambiar vista en ángulo sup derch)
Bibliografía: “Excursiones fáciles por la provincia de Madrid” tomo I Ed. Desnivel, Domingo Pliego. “Rutas verdes” Diario El Mundo M2, Alfredo Merino. “Camino de los Cipreses” excursionesysenderismo.com y Diario El País sección Madrid, Andrés Campos.
Prólogo de la ruta: Aun quedan lugares cerca de la capital en los que “perderse”, donde pasear sin querer saludar a nadie con quien te cruzas, donde huir de las aglomeraciones del metro y del asfalto de la gran urbe, y ese lugar lo tenemos en la provincia de Guadalajara y junto al límite de Madrid, dando sus arroyos tributo a los ríos que nos darán de beber en la capital, el Lozoya y el Jarama. Entre estos dos se encuentra el caserío de Alpedrete de la Sierra. Hasta aquí nos acercamos una mañana dominical del mes de septiembre para recorrer una curiosa senda jalonada por cipreses (87 según nos dicen que contaron Arsenio y Faustino, mesoneros de Alpedrete), conífera que acostumbramos a encontrar en claustros y cementerios pero raras veces en un entorno natural en medio de la nada. Según cuentan parece que fue el “maestro” del excursionismo madrileño actual, Domingo Pliego, quién recuperó este trazado para el gozo de caminantes. Pudo ser una senda de pastores, por los restos de construcciones que hay por la zona. Este trazado es ideal para aquellos que se inician en el arte de caminar por el monte dada su corta longitud, escaso desnivel y nula dificultad.
Descripción: Comenzaremos la ruta en la iglesia parroquial de este recóndito pueblo. Según llegamos a ella, por la izquierda se prolonga una pista de tierra, y por su derecha sale un sendero (foto 2) con marcas del GR10 que serpentea junto a unas pequeñas huertas. Utilizaremos esta segunda alternativa que nos parece más atractiva. Transcurridos unos quince minutos salimos a una zona despejada donde enfrente tenemos un promontorio rocoso con un pequeño barranco a su derecha (foto 3) que baja hasta el puente del arroyo Reduvia. El sendero bordea esta pequeña atalaya por su izquierda y baja rápidamente hasta la pista de tierra que desechamos en un principio. Una vez en ella la cogemos a la derecha según venimos y en suave bajada y unos treinta min. llegamos al puente sobre el Reduvia (foto 4). A la izquierda de la pista y justo antes del puente sale el Camino del Ceño, que nos llevaría a la zona de escalada del Pontón de la Oliva y que utilizaban antiguamente para comunicarse con El Atazar (lo dejaremos para otra ocasión). Pasado el puente y a la izquierda veremos otra pista, por la cual volveremos más tarde.
Foto 2
Foto 3
Foto 4
Continuamos nuestra andadura, por la pista que veníamos, comenzando una suave subida. Unos metros después de sobrepasar el puente dejaremos a nuestra derecha un pequeño colmenar (foto 5), caminando en silencio para no enfadar a sus habitantes. Seguimos avanzando y tras 45 min, llegamos a la altura de unas ruinas (abandonadas al finalizar las repoblaciones de la zona), la pista gira a la izquierda continuando ascendiendo. En este punto veremos un amplio y empinado cortafuegos (foto 6), que subiéndolo llegaríamos al collado de La Venta (foto 7). Pero como no queremos sobresaltos optamos por continuar por la pista, escoltados por robles y pinos, que tras un par de amplias zetas y una cerrada curva a derechas nos lleva culebreando suavemente y casi horizontal al mismo collado sin salirse el corazón de su caja, que ya no esta el cuerpo para ciertos excesos. Llegados al collado después de 1 hora de caminar, tenemos una encrucijada de caminos y cortafuegos y es en esta zona donde deberemos estar atentos para no despistarnos.
Foto 5
Foto 6
Foto 7
De las posibles opciones deberemos coger la primera que sale justo a nuestra izquierda según el movimiento de las agujas de reloj, y para asegurarnos que es el camino correcto solo tendremos que mirar a las copas de los árboles y veremos despuntar los primeros cipreses entre el pinar. A ellos nos dirigimos por un definido camino (foto 8) que a no más de veinte metros de transitar por él tomaremos otro menos definido a nuestra derecha y con roderas marcadas (foto 9) donde a pocos metros alcanzaremos las primeras coníferas (foto 10). Después de contemplar los ejemplares continuamos por las incómodas roderas que en suave bajada nos lleva al fondo de un barranco con el cauce seco la mayor parte del año, en este punto el pinar se cierra mostrando un entorno más incómodo para caminar. El sendero cruza el barranco en su parte más elevada, pero nosotros no lo seguiremos, continuaremos por la vertiente izquierda del barranco casi en su fondo y en continuo descenso hasta encontramos con un pequeño barranco que desemboca por la izquierda del que veníamos.
Foto 8
Foto 9
Foto 10
Cruzamos el pequeño barranco subiendo un muy breve repecho y salimos a una especie de meseta despejada de arbolado a modo de praderita (foto 12, que nos cuentan los mesoneros que es el llamado prado de los Abajuelos). El sendero la bordea por la su extremo derecho, y aquí mismo comienza la segunda hilera de cipreses (foto 11) que jalonan el sendero, más numerosos que en la anterior. Bordeamos la meseta hacia la izquierda y continuamos en un corto giro a la derecha adentrándonos de nuevo en el pinar con los cipreses aleatoriamente colocados en el borde derecho del sendero, como si hubiesen sido plantados sin razonamiento alguno. En unas 2 horas, llegaremos a una pista de tierra. Cruzándola transversalmente tendremos unas preciosas vistas de los meandros del Lozoya, a nuestros pies y ligeramente a la izquierda la presa de Navarejos. A la derecha y río arriba la presa de la Parra (foto 13), de frente según venimos la ladera del Cancho de la Cabeza que cae al Lozoya.
Foto 11
Foto 12
Foto 13
Una vez contemplado el Lozoya en la hondonada por la que discurre, tomaremos la pista hacia la izquierda según llegamos a ella. De seguirla a la derecha y después de una fuerte bajada llegaríamos al final del barranco del Robledillo, opción esta que omitiremos. Continuamos en suave ascenso hasta una especie de collado. En este punto tenemos por la izquierda un camino que consultado el mapa creemos que es el primero que cogimos en el collado de La Venta y por la derecha el Alto de La Pedriza, al que nos auparemos por fácil camino para contemplar todo el entorno.
Continuamos por la pista que veníamos y observando las líneas de pinos de repoblación que parecen tiradas con regla por toda la ladera del Alto de La Venta. Avanzamos en suave descenso sin posibilidad de perdida, junto al barranco del Reduvia observando a nuestra derecha las tinadas o corrales de Manuel Ruiz (foto 14), y dando vista al frente el caserío de Alpedrete con los cipreses de su iglesia bien visibles. Tras 2 horas y 45 minutos de caminar nos juntamos al arroyo y veremos algún ejemplar de olivo que nos indican que pronto llegaremos al puente sobre el Reduvia. Ya solo nos queda desandar el GR10 (foto 15) llegando a la iglesia de Alpedrete, dando por concluida la marcha después de mover las piernas tres horas y media aproximadamente.
Foto 14
Foto 15
Cualquiera que realice la ruta y aprecie algún error en la descripción y/o alguna novedad reseñable en el recorrido, se ruega lo comuniquen al correo electrónico de contacto de la web, para una vez comprobado ser corregido en la descripción de la ruta. Siendo notificada en la actualización la autoría del mensaje.
© Texto: Rafael Rodríguez. Fotografías: Romanber y Rafa R.. Datos técnicos y track gps cortesía de Romanber
© Texto: Rafael Rodríguez. Fotografías: Romanber y Rafa R.. Datos técnicos y track gps cortesía de Romanber
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