"Este espacio está dedicado especialmente a la Sierra de Guadarrama, y uno de los objetivos será introducirse en la toponimia serrana. Quien esto escribe busca en las montañas toda la esencia que encierran; el paisaje, la historia, o la cultura, son elementos que uno considera inseparables y que forjan el sentimiento hacia la naturaleza, más alla del caracter meramente deportivo. Por ser una afición a la que dedico menos tiempo del deseado, que nadie busque aquí una referencia de esta Sierra, para lo cual hay otros medios y autores; solo se pretende mostrar rincones, y tratar de interpretar lo que se nos ha transmitido con el paso de los años. Pasen y lean con tranquilidad."

El Dante (verdadero), La Pedriza de Manzanares el Real (Sierra de Guadarrama)

El carácter enigmático que envuelve a La Pedriza no solo se lo ha ganado por lo intrincadas de sus sendas; o por lo que ocultan sus peñas, canchos o riscos, y que descubriríamos al sortear callejones, cuevas y corredores; tampoco se debe, únicamente, al cobijo que fue de bandoleros, ni a las leyendas que protagonizan rincones de este mágico paraje. Este halo de misterio que la corona se debe en parte a las formas de muchas de las rocas que la componen, y que la imaginación humana en algunos casos ha querido identificarlas con seres animados (Elefante, Pájaro, Foca, Tortuga, Camello, Caracol, o Cocodrilo), en otros con elementos inertes (Yelmo, Maza, Bota, Cáliz, Caballo de Ajedrez, Alfil, Torres, Platillo Volante, Vela, Campana), y en ocasiones con sujetos o elementos de su organismo (Predicador, Indio, Mujer y Hato, Centinela, Damas, Hombre Sentado, Cara, Calavera, Muela); si bien en unos el parecido es evidente y no deja lugar a dudas, en otros hay que soltar las riendas de la imaginación para ver lo que en su día alguien decidió dar el bautismo toponímico.