"Este espacio está dedicado especialmente a la Sierra de Guadarrama, y uno de los objetivos será introducirse en la toponimia serrana. Quien esto escribe busca en las montañas toda la esencia que encierran; el paisaje, la historia, o la cultura, son elementos que uno considera inseparables y que forjan el sentimiento hacia la naturaleza, más alla del caracter meramente deportivo. Por ser una afición a la que dedico menos tiempo del deseado, que nadie busque aquí una referencia de esta Sierra, para lo cual hay otros medios y autores; solo se pretende mostrar rincones, y tratar de interpretar lo que se nos ha transmitido con el paso de los años. Pasen y lean con tranquilidad."

AURRULAQUE 2022. Antonio Sáenz de Miera, in memoriam

 AURRULAQUE 2022

Salgo solo, circunstancias, desde el viejo apeadero de Camorritos, en busca de la Senda de la Teja. Con paso tranquilo, entre pinos y helechos, y la soledad por compañera, a la que no estoy acostumbrado en la montaña. Con la incómoda soledad, como sombra inseparable, continuo por la Senda del Sevillano, en busca de un objetivo que no es una cumbre, ni una cascada, hoy se trata de reunirse en algo ya tradicional, y este año en torno a la figura de un personaje y su amor y vinculación con la Sierra de Guadarrama. Hoy es el AURRULAQUE, uno más, un encuentro montañero y cultural que hace treinta y ocho años un personaje menudo "inventó" para reivindicar y ensalzar los valores de la Sierra de Guadarrama. Ese personaje es Antonio Sáenz de Miera. Antonio se fue, ya el año pasado no asistió a "su Aurrulaque", el de todos, y en este 2022 era obligado rendirle homenaje, a su persona y labor, por todo lo realizado por esta sierra.


Senda de La Teja

La Peñota

Siete Picos

Tras prolongada subida alcanzo el Mirador de Luis Rosales, ese lugar desde el que Antonio daba la bienvenida a los asistentes en cada reunión anual, y presentaba al personaje que leería el manifiesto por la Sierra. Hoy el mirador esta solitario, Antonio no nos va a deleitar con su fácil palabra, su elegante como sencillo discurso, su socarronería tan directa como precisa, porque Antonio era de esas personas a la que podías estar escuchando horas sin "agotarte". Aquí, en este balcón que cuelga sobre Cercedilla, recuerdo el año que subiendo desde el Centro de Información caminaba junto a Antonio, me hablaba de Guadarrama y de cosas mundanas, rezagados del grupo, su edad obligaba; fue la relación más estrecha que tuve con él, corta pero sentida. Observando en esta extraña soledad, uno piensa que ya no tendremos la palabra de Antonio, pero si toda su obra y memoria.

Mirador Luis Rosales





Prosigo el camino, Navarrulaque está ya a "cuatro" pasos, emblemática pradera del viejo Guadarrama, donde hoy es la reunión anual del AURRULAQUE. Llego a la fuente-cobertizo y ya hay algunas personas; pasan los minutos y van incorporándose participantes, saludos entre quienes se conocen, hasta que Antonio Guerrero hace llamamiento para iniciar el acto conjunto. En el cobertizo se descubre  un sombrero de bronce, como el que siempre portó Antonio en sus caminatas. Su mujer Paloma, y el buen amigo Juan Vielva, son los encargados de retirar el pañuelo que ocultaba el sombrero, y suenan la dulzaina y la guitarra. A continuación se pasa a la lectura del manifiesto, a cargo de Julio Vías, recordando a los asistentes lo que fue Antonio, en el Guadarrama y con sus amigos. Antes de finalizar, uno de sus hijos, Íñigo, se dirigió a los congregados agradeciendo en nombre de toda la familia el cariño y amistad mostrada hacia Antonio. Unas melodías tocadas con viejos instrumentos pastoriles, y las palabras de la representante del Ayuntamiento de Cercedílla cerraron el acto, no sin antes ceder el bastón del AURRULAQUE el ya expresidente de Peñalara Pedro Nicolás al nuevo encargado de dirigir la centenaria Sociedad, Javier Garrido.










Es el momento de las despedidas, y uno que es discreto, toma camino saludando antes a un amigo de las redes (Jesús Mogollon y su mujer). Por la Vereda de las Encinillas vuelvo a la soledad, con el pensamiento de que otro gran hombre y guadarramista se ha ido por una senda clara, esas sendas que versó Machado, y parecen reservadas a las buenas personas amantes y protectoras de esta Sierra de Guadarrama.

Recuerdo-homenaje a Antonio

Antonio Sáenz de Miera (julio 2018)

© Texto y fotografía de Rafael Rodríguez

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