No todas las personas vivimos nuestra existencia en la misma ciudad, o en el mismo barrio de una de ellas, hay circunstancias diversas que nos obligan a "emigrar" a otros lugares al independizamos. Cuando esto ocurre, algunos ya no vuelven por su barrio; otros por el contrario, siguen ligados al lugar por lazos familiares, por motivos laborales, o simplemente por sentimentalismo y recuerdos. Las ciudades se transforman constantemente, los barrios cambian a ritmo de planes urbanísticos municipales, o vaivenes económicos, cierran negocios de toda la vida, abren nuevos y el barrio va cambiando su "personalidad". Y esto último le lleva pasando desde hace años a un rincón de Chamberí, en Madrid, ya en la linde con la barriada de Tetuán.
Chambrerí fue el barrio que me vio nacer, y donde crecí, un barrio cuya "identidad" la marcaban los Nuevos Ministerios, los hotelitos de la colonia de ayudantes de ingenieros y arquitectos, la estación de autobuses de La Continental, el Parque de Artillería, el bulevar del Paseo Ronda (posteriormente Raimundo Fernández Villaverde), los tranvías, el Hospital de Obreros (que luego pasó a ser militar, y que tras muchos años de abandono el edificio fue adquirido por la Comunidad de Madrid), los colegios públicos y religiosos, los cines de sesión continua; a esto se unían las tiendas del barrio: la panadería, lechería, churrerías, los ultramarinos (palabra hoy desaparecida de las barriadas), la bodega, las tascas diversas, las farmacias, la droguería (venta de productos de limpieza para el hogar, no se vaya a pensar mal) las papelerías/librerías, los kioskos de prensa, y hasta una vaquería...era el barrio.
Todo empezó a cambiar con la remodelación urbanística, había que adaptarse a los nuevos tiempos. Desaparecíó el bulevar de Raimundo Fernández Villaverde para dar más fluidez al trafico creciente, el cine Astur se convirtió en un bloque de viviendas (carísimas), los tranvías pasaron a mejor vida, se construyó un paso elevado para evitar la Glorieta de Cuatro Caminos entre Reina Victoria y el Paseo Ronda (sustituido hace años por un paso subterráneo), se levantó un Corte Ingles y emergió junto a él el centro comercial y de negocios AZCA, los hotelitos de Maudes se transformaron en los nuevos edificios Géminis con viviendas de alto standing para personas muy pudientes, La Continental se trasladó a un moderno intercambiador, los pequeños negocios fueron cambiando de dueños, o incluso de actividad.
Entre los que aguantaron los ciclos económicos, o los cambios a nuevos modelos de vida, estaba La Tienda Verde, la papelería del barrio en la calle Maudes. Era la librería de toda la vida, fundada en 1950, donde los vecinos comprábamos los libros de texto, las cartillas Rubio, los mapas de los continentes, los bolígrafos Bic (cristal o naranja), además de material escolar diverso, y por navidades la chavalería de la zona nos aprovisionábamos de petardos, y artículos de broma, que vendían en un rincón junto a la entrada. También se podían encontrar los mapas topográficos del SGE (Servicio Geográfico del Ejercito) y del IGN (Instituto Geográfico Nacional). Con el tiempo la papeleria dejó paso a la tienda especializada en excursionismo, escalada, alpinismo, btt, viajes, y todo lo relacionado con deportes de aire libre y naturaleza (siendo en la actualidad, junto a Desnivel, las referencias en la capital). En 1990 abrieron otro local, en la misma calle y unos números más arriba, y más enfocada al turismo, conviviendo ambos locales hasta hace poco.
Primera Tienda Verde, fundada en 1950 (fuente: Facebook-LaTiendaVerde)
Segunda y actual Tienda Verde, abierta en 1990 (fuente: Facebook-LaTiendaVerde)
Mi sorpresa ha sido, cuando en una reciente visita al que fue mi barrio, vi que La Tienda Verde, la de toda la vida, había cerrado. Primero pensé que el negocio había pasado a mejor vida (quizás por la larga crisis que estamos padeciendo, unido al emergente avance de la adquisición de información vía internet y redes sociales), pero me tranquilizó observar que la "nueva" tienda seguía abierta. Seguiremos teniendo Tienda Verde, donde comprar mapas, libros, guías, etc., pero este rincón del barrio de Chamberí ya no será el mismo, ya no traspasaremos la vieja fachada verde y bajaremos los tres o cuatro peldaños para acercarnos al viejo mostrador de cristal donde Paco (u otros empleados) nos atendía cordialmente. La Tienda Verde ha seguido el impulso del barrio, y esperamos que podamos seguir disfrutándola muchos años, aunque ya no sea la misma.
Aspecto actual del local tras el cierre de la primera Tienda Verde (foto: Rafael Rodríguez)
©Texto de Rafael Rodríguez
Comparto tu sorpresa, que precisamente el sábado pasado me la encontré cerrada, y el aliviado suspiro cuando constaté que la Tienda Verde "moderna", la de 1990, seguía en su sitio.
ResponderEliminarSentí lástima, primero, y resignación, después. Soy próximo a esa zona, y desde que acudía a las sesiones dobles de cine, años ha, la Tienda Verde "original" ha supuesto la cueva de las maravillas donde encontrar cualquier publicación o mapa que te pasara por la cabeza, porque entonces no podías recorrer a internet. En fin, somos unos clásicos, Rafa. Salud y Montaña, amigo.
Clásicos y mayores Carmar, que andamos ya con los recuerdos e historietas del abuelo jejeje. Si que es un alivio que no haya cerrado el negocio, La Tienda Verde es todo un clásico en la materia. Abrazos.
EliminarPor si fuera de interés para usted, sus compañeros de rutas o los lectores de su web, tengo publicado plantararboles.blogspot.com
ResponderEliminarManual sencillo para reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles autóctonos de nuestra región. Y también: yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com
Salud, José Luis Sáez Sáez.
Hola Rafael. Qué de recuerdos me ha traído tu post. Debimos de ser vecinos porque yo nací en Ríos Rosas y viví y crecí en Alonso Cano. Fui al colegio Mirasierra y por tanto la Tienda Verde era mi tienda recurrente y preferida. Recuerdo casi todos los negocios del barrio con gran cariño. Un saludo!!
ResponderEliminarHola!!! Yo me crié en la Calle Ponzano muy cerca de la Tienda Verde, y allí comprábamos todo lo relativo al colegio, y en navidades artículos de broma petardos y más cosas. El barrio ya no es lo que fue. Pocos negocios quedan ya de los de aquella época; los hotelitos sustituidos por bloques de pisos. En fin!!! Gracias por comentar. Un saludo.
EliminarMuy interesante.
ResponderEliminarGracias!!!
EliminarTrabajé en los 80 allí.Mi andadura acabó en el 90,con la apertura de la nueva.Grandes recuerdos guardo de aquella época.Paco,se quedó en la calle,víctima de cuñados,sobrinos y hermanas.No sé que habrá sido de él
ResponderEliminarPaco se fue a vivir a Perú, se le puede ver en facebook. Un pena, con lo que fue esa tienda, y en lo que ha quedado. Gracias por comentar
EliminarSi, la cerraron, que pena. Yo también del barrio, de Cristobal Bordiú. No veas todo lo que compré en latienda verde, libros de texto, cuadernos, boligráfos, lapices.... poco a poco se fue espeicalizando en planos, senderismo y actividades al aire libre. Una pena
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