"Este espacio está dedicado especialmente a la Sierra de Guadarrama, y uno de los objetivos será introducirse en la toponimia serrana. Quien esto escribe busca en las montañas toda la esencia que encierran; el paisaje, la historia, o la cultura, son elementos que uno considera inseparables y que forjan el sentimiento hacia la naturaleza, más alla del caracter meramente deportivo. Por ser una afición a la que dedico menos tiempo del deseado, que nadie busque aquí una referencia de esta Sierra, para lo cual hay otros medios y autores; solo se pretende mostrar rincones, y tratar de interpretar lo que se nos ha transmitido con el paso de los años. Pasen y lean con tranquilidad."

Puerto del Reventón, P.N. de la Sierra de Guadarrama (Rascafría) 16-2-2019

"La Sociedad Militar de Excursiones, por observación directa realizada corporativamente a fines de Noviembre y por el personal estudio de sus individuos en distintas épocas, se convenció de las dificultades que ofrece el paso del Puerto del Reventón, a partir de mediados de dicho mes, hasta fines de Marzo(...) La altura del Puerto, 2.051 metros, la mayor de todas las sendas practicables en este macizo de la Cordillera, hace que carguen en él las nieves en proporción completamente alpinas: las nieblas son muy densas en esas alturas; finalmente, la aspereza de la Sierra es mucha, y el camino bordea el precipicio de la Tildaraña, de un lado, y de otro, el barranco del Lucero, por donde se descuelga el Arroyo Santa María. Todo ello hace verdaderamente temerario el tránsito durante la época citada..." (Del original publicado por la Sociedad Militar de Excursiones en 1905, en El Adelantado de Segovia, Pablo de Zavala Saro 26-4-2015)

El Puerto del Reventón ha sido históricamente punto de paso en el trayecto que comunicaba los valles del Lozoya y Eresma, por ser el trayecto más corto entre Rascafría/El Paular y La Granja-Segovia, siendo alternativa (y menos utilizado por ser el itinerario más largo) a este puerto el situado más al N, de Malagosto (Mal Angosto/Mal Agosto). Ya aparece el Reventón citado en el "Libro de la Montería" (capítulo X del libro III) como `punto donde se situaban las "bozerías". Sobre la historia del paso del Puerto del Reventón, Leonardo Fernández Troyano describió la cronología de su utilización en "Los pasos históricos de la Sierra de Guadarrama"; fijando la primera referencia en el Libro de la Montería del siglo XIV. Continúan las menciones al puerto en el Repertorio de Caminos que Pero Juan de Villuga publica en 1546 como punto intermedio en el itinerario entre los monasterios de Sta. Mª del Paular y Sta. Mª de Párraces con paso por Segovia; en este siglo XVI se concentran buena parte de caminos en la Sierra de Guadarrama.

En el siglo XVIII fijan los reyes de la época la residencia en el palacio de La Granja, y sus frecuentes viajes al Mº de El Paular, hace que se abra un camino de ruedas por el Puerto del Paular (Cotos), que aunque más largo hacía el trayecto más llevadero a los monarcas; la actividad agrícola y ganadera entre los valles hace que se siga utilizando el Reventón a pie o caballería por ser el trayecto más corto y directo. En el Siglo XIX los reyes solo utilizan La Granja como residencia de verano, que unido a la desamortización de Mendizabal por la que los monjes cartujos abandonan el Mº de El Paular, hace que el camino de ruedas deje de utilizarse hasta su abandono, y los puertos de Reventón y Malagosto pierden uso ya que la actividad agropecuaria se centra sobre los pueblos importantes de cada valle; en este siglo se menciona el Puerto del Reventón como paso difícil de fuertes pendientes y bloqueado en invierno por las nieves, en el Itinerario Militar de 1867

Es en el siglo XX cuando se abandonan definitivamente el trayecto por el Reventón, la carretera construida en el primer tercio de siglo entre el Puerto de Navacerrada y Rascafría, y los mejores vehículos fabricados, hace que las comunicaciones entre los valles se realicen por la nueva carretera, quedando los viejos caminos para uso casi exclusivo  del excursionismo. Según describe Leonardo Fdez Troyano, el camino del Reventón fue modificado respecto al original; por el extremo de El Paular fue cortado por pertenecer a una finca privada (arrancando actualmente por las antiguas eras de Rascafría), y entre las cotas 1600/1900 de la vertiente madrileña la repoblación forestal efectuada en la zona modificó el itinerario más directo por otro que trazaba múltiples zetas que facilitaban los trabajos. Cargando el track de la ruta (línea azul) sobre el mapa histórico del IGN se observa como por encima del Carro del Diablo el camino antiguo era más directo subiendo casi por línea de max pendiente.

Comparativa sobre el mapa histórico del IGN de los caminos viejo y nuevo del Reventón (en azul el track realizado)

En la historia del Puerto del Reventón no se puede pasar por alto la visión militar que se tuvo de este paso de montaña a finales del siglo XIX y comienzos del XX, y es aquí donde aparece la figura de José Ibáñez Marín (1862-1909) militar de infantería partícipe en las campañas de Tetuán, Puerto Rico, Cuba y Melilla. Ibáñez Marín, entre otras cosas, destacó en el estudio y pedagogía de Historia Militar (tanto batallas como personajes), donde los escenarios de guerra y paisajes tenían para él un papel relevante. Estas inquietudes, unidas a la amistad con personajes cercanos a Giner y la Institución Libre de Enseñanza,  llevan a Ibáñez, junto con otros jefes y oficiales, a la creación en 1900 de la Sociedad Militar de Excursiones, siendo uno de sus principales objetivos el conocimiento de la geografía española mediante la realización de excursiones por su territorio. La primera excursión la llevan a la práctica en noviembre de 1900, recorriendo los Montes Carpetanos entre los puertos de Guadarrama y Reventón.

Excursión por la Sierra de Guadarrama de la Sociedad Militar de Excursiones

Fruto de esta excursión, la sociedad fija su atención en el Puerto del Reventón, y en la dificultad que presenta su acceso en los meses de invierno, dado que es zona de fuertes nevadas y acumulación de nieve, que dificulta en gran medida su paso. Para facilitar el tránsito por el puerto en invierno de transeúntes, nuevos excursionistas, así como en el caso de realización de maniobras militares, se construyeron entre 1905 y 1906 una serie de mojones/picutos cilíndricos de cal y canto de 2,5m de altura y 1,60m de diametro, pintados de blanco el cuerpo y de negro el cono de remate, en ambas vertientes del puerto entre el Carro del Diablo y Peña Berrueco, con el fin de facilitar el seguimiento del camino y evitar perderse; tres de estos mojones fueron habilitados como refugio para resguardarse en caso de condiciones meteorológicas adversas (uno en la vertiente del Lozoya, Caseta de la Mojoncilla; otro en el mismo puerto; y un tercero en la vertiente segoviana, Caseta Fuente Infantes). Junto a la construcción de los mojones y refugios, se adecentó el camino liberándolo de obstáculos y limpiándolo de matorral, comprometiéndose a su mantenimiento los entonces alcaldes de La Granja y Rascafría. Las obras fueron costeadas con donaciones realizadas por la Infanta Isabel de Borbón, la Sociedad Belga del Paular, propietarios de los valles, y socios de la Sociedad Militar de Excursiones. En la actualidad, de los mojones y refugios no queda ni rastro, salvo el restaurado de la Fuente del Infante.

Picuto refugio de la Fuente de Infntes (junio de 2016)

Como si de un visionario se tratara, ya detectó Ibáñez Marín la importancia que tenía la zona como punto estratégico en caso de contienda bélica, como refleja en sus palabras publicadas por la SME en 1905: "...No hay necesidad de hacer resaltar el valor militar de una comunicación que flanquea el importante Puerto de Navacerrada, que sirve para caer sobre la marcha de quien utilice el de Somosierra y que, además, une directamente, por el Puerto de la Morcuera, con la carretera de Miraflores y sus bifurcaciones al Molar, Colmenar y Villalba..." Los Montes Carpetanos fueron ocupados por ambos ejércitos en la guerra civil para el control de sus respectivos movimientos, lo que se observa hoy en día por los restos de construcciones de observación y defensa militar.

Restos de parapetos de la guerra civil en las proximidades del Puerto del Reventón

Desde 1910 el Puerto del Reventón está "rematado" por un monolito que la Sociedad Militar de Excursiones dejó colocado en memoria de uno de sus fundadores y primer presidente, tras su fallecimiento en Melilla en el asalto del Atalayón. En el viejo cilindro aun puede leerse "La Sociedad Militar de Excursiones a su 1er presidente el Teniente Coronel Ibáñez Marín fallecido 23 julio 1909 en Melilla"

Ofrenda militar a Ibáñez Marin en el Puerto del Reventón (Ilustración militar num 132)

Localización e inicio de ruta: A Rascafría desde Madrid se puede acceder bien por los puertos de Navacerrada y Cotos; o por la autovía A1 salida 69, continuando por la M-604 hasta el pueblo. Frente al Centro de Salud está la calle de la Cuesta del Chorro por la que subiremos hasta el polideportivo municipal Francisco Zapater donde dejaremos el coche y comenzaremos a caminar.

Recorrido de la ruta sobre parcial IGN MTN25

AVISO MUY IMPORTANTE: No dejes basura en el monte, ni pañuelos de papel u objetos absorbentes, ni cascaras de fruta, ni latas, plásticos, etc, etc. Llevar una bolsa en la mochila donde guardar los desperdicios ocupa poco y pesa menos, para tirarla al final de la ruta en algún punto de recogida, en un pueblo de paso, o incluso en casa. Otros usuarios y la naturaleza nos lo agradecerán. La ruta transita por el interior del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, debiéndose cumplir la normativa fijada por la dirección del parque.

Descripción de la ruta: Comenzamos la marcha junto al polideportivo Francisco Zapater por camino de tierra, pasando una puerta metálica con paso peatonal, el trazado atraviesa una zona de pasto ganadero (antiguas eras), para en su final girar a la izd y ya por sendero alcanzar otra portilla metálica con paso peatonal. Desde este punto se asciende suave por la ladera meridional del Robledal de los Horcajuelos (en estas fechas no en su mejor momento), para en una larga zeta situarnos en el limite donde el robledal da paso al pinar, rebasaremos otra portilla metálica por paso peatonal (con placa que nos anuncia que entramos en el Parque Nacional). Ya por camino llano avanzamos observando curiosas formaciones rocosas a ambos lados del camino.



En unos 500m desde la portilla metálica, llegaremos a uno de los puntos de interés de esta ruta, el Carro del Diablo. Cuenta la leyenda que el arquitecto Juan Guas construía la catedral de Segovia, y viéndose apurado para terminarla en la fecha acordada pactó con el diablo para acabarla dentro del plazo y no ser penalizado. Las obras iban a buen ritmo y entonces el arquitecto decidió romper el pacto al ver que terminaría antes de la fecha fijada. Fue entonces cuando el diablo desvió el último carro de rocas, procedente de la cantera y destino en Segovia, a la ladera de los Montes Carpetanos que cae hacia Rascafría, dejándolo petrificado para los restos, y así la obra del arquitecto quedara incompleta.



Visto el Carro del Diablo, continuamos por el sendero que en escasos metros desemboca en una pista forestal; debemos seguirla pocos metros a la izd, para desviarnos en la cercana bifurcación por el ramal de la derch. El ancho camino asciende en múltiples zig-zag por el lomo que separa los arroyos de La Redonda y Santa María. Trece cerradas curvas habremos de pasar para estar a tiro del Puerto del Reventón; el camino hace una horquilla a la derch con el fin de bordear el Cancho de los Pobres, y con tendencia O alcanzar el paso de montaña más elevado de este sector del cordal de los Carpetanos. Lo de las trece curvas, unido al topónimo del puerto, no ha sido obstáculo para plantarnos en lo alto del Reventón, que durante años fue vía de comunicación entre los pueblos del Valle del Lozoya y Segovia. Si dejamos constancia de que la nieve caída semanas anteriores nos ha hecho esforzarnos más, confirmando que lo de Reventón le viene al pelo al puerto.



Observaciones y recomendaciones: Ruta exigente por distancia y desnivel, unido a la nieve caída, que no presenta otras dificultades técnicas. El camino está señalizado como PR y balizas de la RV4 Rascafría-La Granja, aunque el tramo inicial donde finaliza la pista de tierra nos ha parecido con escasa señalización, que puede llevar a confusión a gente poco experimentada. No hemos visto fuentes por el camino, debiendo llevar agua suficiente. Según época y estado del terreno, acometer la ruta con el tiempo necesario. Indispensable llevar hoja IGN MTN25 0483-4, o en su defecto Mapa Sierra de Guadarrama Ed. La Tienda Verde E1:25000, o Mapa Sierra de Guadarrama Ed. La Librería E1:40000. Evitar realizar la ruta en malas condiciones meteorológicas (niebla, nevadas, ventisca, vientos fuertes, etc). Llevar crema solar ya que buena parte de la ruta discurre por zonas despejadas. El regreso lo realizamos por el mismo camino.

Curiosidades: Me ha llamado la atención los topónimos de la Tildaraña y Barranco del Lucero en el artículo del Adelantado de Segovia, que he buscado en diversos mapas sin encontrar rastro de ellos.

Datos técnicos de la ruta:
Distancia total= 21km
Desnivel acumulado += 895m
Desnivel acumulado -= 898m
Altura min= 1163m
Altura max= 2039m
Tiempo de marcha= 6h aprox
Dificultad de la ruta= 3 por distancia, desnivel, estado del firme con nieve buena parte de la ruta (valoración personal de 0 muy fácil a 5 muy difícil)

Descargar track para gps



Imágenes de la ruta

BIBLIOGRAFÍA

"Los pasos históricos de la Sierra de Guadarrama". Leonardo Fernández Troyano, Ed Paraninfo 1990

"El Adelantado de Segovia" Domingo 26 de abril de 2015

"Ilustración Militar" num 132, 30 de junio de 1910 Madrid (Archivo de la Biblioteca Nacional)

"Paisaje y Patrimonio: la experiencia viajera de José Ibáñez Marín en Portugal" XII Coloquio Ibérico de Geografía 2010

© Texto y fotografía de Rafael Rodríguez

2 comentarios:

  1. Al Reventón accedí por primera vez ha muchos años cuando, desde la Granja, tomé muy al principio un desvío equivocado , que mi intención era alcanzar el collado del Nevero, al pie del Risco de los Pájaros.

    Conforme subía crecía en mí la sensación de que andaba errado, lo cual constaté al llegar a la Fuente del Infante; así que entonces, y como buen aragonés, me dije que lo que tocaba era enmendar el error yendo, cordal adelante, desde el Reventón hasta el Nevero y luego subir a Peñalara para descender finalmente a la Granja. El recorrido salió más largo de lo previsto (me tocó correr más deprisa), pero me dio una visión más amplia y general de la zona plantando la semilla de mi gusto por los Montes Carpetanos que después visito con gran asiduidad.

    Un abrazo, Rafa.

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    1. jajaja si que alargaste la ruta con el despiste. Bueno, al menos te sirvió para descubrir los Carpetanos, que en nada envidian a otros montes de Guadarrama. Gracias Carmar. Un abrazo

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