"Este espacio está dedicado especialmente a la Sierra de Guadarrama, y uno de los objetivos será introducirse en la toponimia serrana. Quien esto escribe busca en las montañas toda la esencia que encierran; el paisaje, la historia, o la cultura, son elementos que uno considera inseparables y que forjan el sentimiento hacia la naturaleza, más alla del caracter meramente deportivo. Por ser una afición a la que dedico menos tiempo del deseado, que nadie busque aquí una referencia de esta Sierra, para lo cual hay otros medios y autores; solo se pretende mostrar rincones, y tratar de interpretar lo que se nos ha transmitido con el paso de los años. Pasen y lean con tranquilidad."

Chozo Kindelán, La Pedriza (Manzanares El Real, Madrid)

"Chozo Kindelán" La Pedriza, Manzanares el Real
(Toponimia: Personajes)

Tenia dudas sobre la publicación de este “artículo”. Por otro lado, leyendo el otro día a un compañero en otro medio, sobre si se debe publicar y facilitar cierta información, ya sea de escalada o de otros temas relacionados con la actividad en montaña, me hizo reflexionar sobre el asunto. Cosa bien distinta es dar una información tan exhaustiva que cualquier desaprensivo la utilice para fines que nada tienen que ver con la historia y el conservacionismo serrano.



Creo que en el tema que nos ocupa, no debemos dejar en el olvido lo que fueron los comienzos de la “exploración” de la Sierra de Guadarrama, y más concretamente La Pedriza. Olvidar a nuestros antepasados y a los precursores del montañismo, es olvidar nuestra historia y nuestras raíces, y lo que en cierta manera nos mueve a subir montañas.

Debemos transmitir a las generaciones los comienzos del montañismo, el conocimiento y exploración de la Sierra, las andanzas y escaladas de aquellos que nos precedieron. Conociendo su historia aprenderemos a respetar y amar los lugares que pisamos. Este legado no solo está en tinta sobre papel. Está visible, entre rocas pinos y jaras. El día que lo descubrí y visité por primera vez, noté una extraña sensación. Pensé en sus “huéspedes”, en lo que allí vivieron. Costaba hasta hablar, era como estar en un lugar sagrado. Allí se vivieron gestas, conquistas, derrotas, renuncias, intentos fallidos. Con este artículo se pretende que cualquiera que se adentre en La Pedriza sepa sobre que huellas dirige sus pasos. Algunos llaman a esto romanticismo montañero, yo prefiero llamarlo historia y semblanza de La Pedriza.

En la primera década del siglo XX, comienza lo que podríamos denominar el acercamiento y descubrimiento del Guadarrama. A finales del siglo XIX Casiano de Prado y Francisco Giner de los Ríos ya se habían acercado a la Sierra, contando el geólogo con la primera ascensión a la Peña del Yelmo. A La Pedriza concretamente, se llegaba desde Madrid por Colmenar-Manzanares el Real y más tarde desde Villalba-Manzanares el Real. En aquella época las aproximaciones llevaban al menos una jornada.

Entre los pioneros que se aveturaron a descubrir este paraje serrano, se encuentran los hermanos Kindelán (Ultano, José Manuel y Juan). Debieron de comenzar sus incursiones por el 1909 algo después que C. B. de Quirós y Juan Almela Meliá (Meliá cuenta en Andanzas Castellanas que por el 1908, cuando hacen la primera excursión a La Pedriza junto a Quirós, no constaban referencias escritas de excursiones a La Pedriza).

Los tres hermanos Kindelán, junto a su primo Pablo Martínez del Río, en alguna de sus incursiones descubren una oquedad granítica (posible abrigo de pastores) que cierran con muro de mampostería, haciendo de un accidente natural un cobijo en cierto modo confortable. Este pequeño refugio conocido como Chozo Kindelán (del que no se conoce fecha exacta de su construcción), fue lugar estratégico en las aproximaciones a La Pedriza, cayendo en desuso por el año 1916 en que se construye el refugio Giner de los Ríos, más grande, cómodo y mejor situado, en el mismo corazón de La Pedriza. El chozo cuenta con dos espacios bien diferenciados. Uno más amplio y de mayor altura su techumbre, detrás de la puerta de entrada y hacia la derecha. Y otro de menor altura en la zona izquierda y junto al ventanuco.


Las escaladas mas renombradas por los hermanos Kindelán fueron el primer intento fallido al Pinganillo (hoy conocido como Risco del Pájaro); la primera escalada por la SE del Yelmo en marzo de 1913; y sin estar muy claro que fueron acompañados por el guía Valentín Parra, a finales del mismo año la Valentina del Yelmo (nombrada así en reconocimiento a Parra); así como Peña Sirio en 1914 como parece constar en el cuaderno del chozo de aquella época. El Cancho del Postigo fue renombrado como Peña Sirio por los Kindelán, ya que una noche desde el chozo vieron la estrella Sirio por encima del cancho.

La búsqueda del chozo puede ser ardua y trabajosa, no tanto por esfuerzo físico, más bien por lo escondido del lugar sin senda bien definida ni indicaciones. Referencias escritas de su localización hay, y en algunos mapas viene su situación. Aun así puede llevarnos varias intentonas. Existe la posibilidad de pagar los servicios de agencias de senderismo que llevan al lugar, pero a mi no me parece la mejor manera de encontrarlo, aunque la respeto.

Ánimo y suerte a quienes decidan ir en su búsqueda; solo pido que de ser encontrado lo respeten como lugar casi sagrado y de culto montañero. Al enigma de La Pedriza contribuye este chozo que no es fácil de ver ni localizar.

Mi agradecimiento personal a Guide, Román, Gaia, Maria y Victor que en su día me acompañaron a encontrarlo.


BIBLIOGRAFIA:

"Obras del Guadarrama", Constancio Bernardo de Quirós. Edita CAM y RSEAP


"Andanzas Castellanas", Juan Almela Meliá. Ed. Librería Fernando Fe, Madrid 1918.

"Por la Sierra de Guadarrama" (descatalogado), autor y edición Cayetano Enríquez de Salamanca 


"Historias Menudas del Guadarrama", A. Suárez Aguilar, B. Suárez Aguilar, F. Suárez Caballero. Edita Arts&Press


"Memorias del Guadarrama", Julio Vías. Edita La Librería.

© Texto y fotografía propiedad de Rafa R.

2 comentarios:

  1. Las Historias menudas del Guadarrama constituyen un libro único en la bibliografía acerca del Guadarrama porque recopila y sintetiza la intrahistoria de la sierra desde mediados del siglo XIX. Me ha gustado extraordinariamente por que es ameno y breve.

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    1. Este libro, junto con el de Julio Vías, y la "Biblia" de Constancio B. de Quirós, son libros imprescindibles para la interpretación de lo que es y ha sido la Sierra de Guadarrama, así como para conocer mejor el movimiento del Guadarramismo.

      Gracias por el comentario, un saludo, y mucho Guadarrama.

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